Es sorprendente como alguien importante en tu vida llega a convertirse en un total extraño. Ver como los recuerdos se transforman en sueños, y de pronto todo es desconocido. No se de quién es esa sonrisa, esa voz, esas manos y esos ojos que dan un resplandor cuando la casa se viste de oscuridad.
A veces siento que extraño a un fantasma, algo invisible que ya no existe y que quizá solo fue una ilusión mía. Así es como gradualmente alguien desaparece de tu vida. No hay un “Te extraño”. Hay “Un extraño” un ‘’ ¿Quién eres?”. Cuando lo último que pensé es hacer esa pregunta.
Ya no sé a quién escribo. No dejaste nada, te fuiste con todos los colores, como si no te importara dejarme pálido. De todos modos, gracias por eso. Quiero aprender a dibujar paisajes para reemplazarlos por las lagunas que desperdigaste en mí.
Es una noche fría de fogata sin fuego, a mitad de una lluvia escandalosa. Dejando un mundo entero en una silueta irreconocible. Siento los millones de años luz que nos separan, a pesar de estar bajo el mismo océano de sal. Y solo queda eso; el sabor fuerte de una amnesia con dolor de cabeza.
Me gustaría verte y que me digas que está pasando. ¿Qué paso? No entiendo en que momento nos ahogamos en un vaso de agua. No comprendo el bosque talado y las ruinas de un altar, ahora, bajo la tierra, las hojas, el sol, el frió, las lágrimas. Todo es tan extraño, como una pesadilla que solo esperas despertar. Quiero despertar.
Vives en los párrafos que te escribí. En los puntos y en las comas, entre los espacios y en cada letra. Vives con esas formas y me dejas en duda de tu propia forma, tu cuerpo. ¿Estás ahí? Yo estoy aquí. Pienso que ni las casualidades harán que nos encontremos. Pero si algún día sucede. Despiértame…
~ Escrito el 08 de Abril 2020. Potrero de los funes, San Luis – Argentina.